Silencio, no hay motor, solo viento, Tramuntana tal vez, Garbí o Mestral. Las rocas agrestes e insólitas del Mediterráneo catalán, en lo más Norte: el Cap de Creus. Vive y siente la pureza de estas aguas tranquilas, sus calas preciosas, la cueva del Infierno, divisa el faro a lo lejos… Déjate llevar por la corriente, con tus gafas y patos, para nadar entre especies submarinas protegidas, fauna y flora son un espectáculo aquí. Podrás almorzar en proa, o si lo prefieres, amarrar y disfrutar de alguno de los pequeños y auténticos chiringuitos que hay a lo largo de la costa, especializados en cocinar con productos de temporada, platos deliciosos de la cultura costera, un buen pescado, un arroz… Vive esta experiencia única que jamás olvidarás.