Casa Torre está situada en un terreno elevado, al borde del área protegida de Gavarres, con vistas espectaculares a los valles. Desde la terraza se pueden ver las Islas Medes por un lado y los lejanos Pirineos por el otro. Estando en la casa da la sensación de estar aislado e inmerso en la naturaleza pero está a solo 7 minutos en coche de las tiendas y restaurantes de La Bisbal d'Empordà (la capital de la cerámica de Cataluña). Otros hermosos pueblos medievales como Monells, Madremanya y Peratallada están muy cerca (incluso para ir paseando en bicicleta) y las playas más cercanas están a unos 25 minutos en coche. La casa es perfecta tanto para los amantes de la naturaleza y las vida al aire libre. El jardín conduce directamente a interminables senderos para caminar y andar en bicicleta en los Gavarres, y la casa también dispone de una increíble pista de tenis rodeada de bosque. Fue construida con influencias Modernista alrededor de 1910 por el propietario de la finca. Esta fue para su hija como regalo de bodas, pero la casa quedó abandonada a finales del siglo pasado hasta que que cuidadosamente renovada a partir de una ruina hace unos 20 años y recientemente se ha actualizado con una nueva cocina y baños. La sala de cuenta con una hermosa y gran ventana de formas curvadas, posiblemente el elemento más modernista de la casa, con vistas a los jardines. Desde la cocina y el comedor llenos de luz, hay escaleras hasta lo anto de la torre desde donde se pueden disfrutar de espectaculares vistas de 360 grados de toda la región de Empordà y más allá. La terraza de la torre tiene espectaculares vistas tanto del amanecer sobre el mar como del atardecer sobre las montañas. La casa está amueblada con piezas antiguas cuidadosamente seleccionadas, desde el Modernista y Art Deco hasta el Mid Century Modern, complementadas con objetos decorativos creados por artesanos locales.